Tipologías de los participantes y cómo tratarlos
El instructor tiene una motivación más colectiva en las aulas de clase, debe de trabajar en sus actividades al logro grupal si el instructor sabe y reconoce como manejar para bien de todo el grupo esas tipologías entre los participantes es de gran beneficio para este proceso de aprendizaje. Las siguientes tipologías son:
El que participa demasiado: esta conducta en un participante se considera positiva, pues generalmente aporta información productiva y útil para el desarrollo del tema, y bien canalizada puede enriquecer el aprendizaje del grupo.
El contreras abierto: es aquella persona que desde el inicio de la sesión se manifiesta en desacuerdo con el instructor y/o con los miembros del grupo.
El contreras silencioso: puede también contagiar al grupo con sus actitudes o causarles malestar. Y muchas veces contagiar al grupo con más facilidad que el abierto. Se manifiesta en la forma de sentarse y sobre todo con los movimientos de desacuerdo.
Cerrado o silencioso: esa conducta es mas delicada que la del contreras abierto, pues no exterioriza la causa de su desacuerdo. Es más problemático, usa la comunicación no verbal para manifestar su inconformidad.
El experto: es el personaje que sabe tanto o más que el instructor sobre la materia objeto de estudio. Puede ser muy valioso para el desarrollo del curso si el instructor lo pone de su lado y lo sabe aprovechar.
El platicador: es la persona que constantemente interrumpe ya sea charlando con sus vecinos o por medio de expresiones o ruidos que distraen la atención del grupo.
El distraído: para ubicar al distraído hay que estar muy atento en todos los detalles, ya que esta conducta se puede esconder cuando aparentemente una persona está atenta tomando notas, pero su atención está en otro asunto distinto al tema tratado.
