El alumnado inquieto puede ser un desafío para los profesores en el aula, ya que puede dificultar la concentración y el aprendizaje para el resto de los estudiantes. Aquí hay algunas medidas correctoras que pueden ayudar a lidiar con el alumnado inquieto:

• Establecer normas y reglas claras: Los profesores pueden establecer normas y reglas claras en el aula para mantener un ambiente de aprendizaje seguro y respetuoso. Esto puede incluir reglas específicas para el comportamiento en el aula, como no interrumpir a los demás estudiantes o esperar su turno para hablar.
  


• Fomentar la participación activa: Los estudiantes inquietos pueden ser canalizados positivamente mediante el fomento de su participación activa en el proceso de aprendizaje. Los profesores pueden hacer preguntas y proporcionar oportunidades para que los estudiantes trabajen juntos en proyectos y actividades.
  


• Proporcionar actividades prácticas y movilizadoras: Los estudiantes inquietos pueden beneficiarse de actividades prácticas y e interactivas que les permitan moverse y estar activos. Los profesores pueden utilizar juegos, actividades al aire libre y otras estrategias para involucrar a los estudiantes inquietos y ayudarles a mantenerse enfocados.
  


• Proporcionar retroalimentación constructiva: Los estudiantes inquietos pueden necesitar retroalimentación específica sobre su comportamiento y su desempeño en el aula. Los profesores pueden proporcionar retroalimentación constructiva para ayudar a los estudiantes inquietos a mejorar su comportamiento y su capacidad para concentrarse en el aprendizaje.
  


• Trabajar con los padres y tutores: Los profesores pueden trabajar con los padres y tutores de los estudiantes inquietos para abordar cualquier problema de comportamiento o de atención. Juntos pueden desarrollar estrategias efectivas para ayudar a los estudiantes a tener éxito en el aula.